El gas natural es considerado el combustible del futuro: una energía alternativa abundante, limpia, segura y más barata que otros combustibles fósiles. Por ser menos contaminante, el gas natural tiene un bajo impacto ambiental.
Producir electricidad confiable a partir de gas natural, siguiendo estándares internacionales de calidad, es el principal objetivo de la usina Uruguaiana y del Proyecto Energético Integrado Cuiabá – liderado por Âmbar Energia.
El Proyecto cuenta con dos centrales termoeléctricas y un conjunto de gasoductos interconectados que transportan gas natural desde Chiquitos, en Bolivia, hasta Cuiabá, en el Estado de Mato Grosso, en Brasil.
Operando desde el 2002, la planta termoeléctrica de Cuiabá genera hasta 480 megavatios de energía, lo que equivale a 47% de toda la energía consumida en el estado de Mato Grosso en el 2015. La planta funciona en ciclo combinado, desde el uso del ciclo simple y del convencional a vapor, logrando mayor eficiencia en la generación de energía y un menor costo de la electricidad.
El conjunto de gasoductos crea una nueva infraestructura energética regional y permite la integración energética con los países del Mercosur. El gasoducto tiene 645 km de extensión, de los cuales 283 km se ubican en el lado brasileño y 362 km en la parte boliviana; y tiene una capacidad de carga de 4 millones de BTU/día sin comprimir y de 7,5 millones de BTU/día después de la instalación de compresores, lo que lo hace estratégico del punto de vista de la energía para el estado de Mato Grosso.
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Inaugurada en 2000, la Usina Termoeléctrica de Uruguaiana genera hasta 600 megavatios de energía, lo que equivale al 15% de toda la energía consumida en el Estado de Rio Grande do Sul. La planta fue la primera a entrar en operación comercial en Brasil utilizando el ciclo combinado, en lo que el calor del proceso se utiliza para generar más energía. Esto aumenta la eficiencia y reduce los impactos ambientales y los costos de generación.
La UTE Uruguaiana está ubicada en un área que comprende 16 hectáreas de conservación de fauna y flora originaria de la región: la Pampa. El área, conservada por la empresa, es reconocida por el municipio como Jardín Botánico de Uruguaiana.
La usina también adquirió un área de 600 hectáreas, anexa al Parque Estadual Espinilho existente, que fue cedida al Estado de Rio Grande do Sul con toda la infraestructura para ecoturismo, monitoreo y conservación. Creado en 1975, el parque se amplió en la década de 2000 con el área donada por la UTE Uruguaiana y pasó a incluir áreas importantes para la conservación, como parte del curso del arroyo Quaraí-chico, hasta su desembocadura en el río Uruguay. El parque es importante para la conservación de una formación vegetal que solo se presenta en la región (sabana esteparia y sabana del parque), con especies características como el espino (Acacia caven), el algarrobo (Prosopis nigra) y el inhanduvai (Prosopis affinis) . Además de la singular formación vegetal, varias especies de fauna están asociadas a este tipo de formaciones y dependen del Parque para el mantenimiento de sus poblaciones.
En la planta se sensibiliza a los empleados sobre sus responsabilidades ambientales relacionadas con el manejo y disposición de residuos sólidos y la economía de productos químicos.
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En un país continental como Brasil, la gran distancia entre las centrales hidroeléctricas y los principales centros de consumo reforza el papel clave de las empresas de transmisión de energía para garantizar una mayor interconectividad del suministro y la seguridad energética.
Âmbar Energia, compañía privada de Brasil, está invirtiendo más de mil millones de reales en la construcción y operación de los activos de transmisión: 1.200 km de líneas de transmisión de energía y la construcción de cuatro subestaciones eléctricas además de la ampliación de otras 11 subestaciones eléctricas en los estados de Sao Paulo, Minas Gerais, Distrito Federal y Goiás.
Las obras de implantación de las centrales de transmisión de Triângulo Mineiro y del Valle de São Bartolomeu comenzaron en el 2014 y están en plena operación.
El mercado libre de energía se creó el 8 de julio de 1995 y se viene ampliado desde entonces. Los actuales criterios de migración se establecieron en 1998, que creó dos grupos de consumidores.
El primer grupo está compuesto por las unidades consumidoras con carga mayor o igual a 3.000 kW atendidas en tensión mayor o igual a 69 kV – en general las unidades consumidoras del subgrupo A3, A2 y A1. También son libres nuevas unidades consumidoras instaladas después del 7 de julio de 1995 con una demanda mayor o igual a 3.000 kW y atendidas en cualquier tensión. Estos consumidores pueden comprar energía de cualquier agente de generación o comercialización de energía.
El segundo grupo, compuesto por las unidades consumidoras con una demanda mayor o igual que 500 kW atendidos en cualquier tensión, también pueden elegir su proveedor, pero su gama de elección está restringido a la energía proveniente de las llamadas fuentes incentivadas: Pequeñas Centrales Hidroeléctricas – PCH’s, Usinas de Biomasa, Usinas Eólicas, Usinas Solares y sistemas de Cogeneración Calificada.
Âmbar Comercializadora desarrolló modelos propios de previsión de Energía Natural Afluente – ENA, Impacto de la Temperatura en la Demanda y Precio de Liquidación de Diferencias – PLD. Trabajamos con diversos modelos meteorológicos y modelos computacionales de Inteligencia Artificial. Nuestros profesionales poseen Certificación de Operadores del Mercado de Energía Eléctrica, una iniciativa de la Asociación Brasileña de los Comercializadores de Energía – ABRACEEL para así poder ofrecer más transparencia y seguridad a nuestros socios y clientes.
